¡Què diablos pasa con los feminicidios en Repùblica dominicana!

 

Nota recibida De: Freddy Pichardo Galarza <fpichardogalarza@gmail.com>

Por Mónica Zapata

Dirigente Alianza Pais New York

DOMINGO, 07 DICIEMBRE, 2025:- Hay enojo, incluso mezclado con impotencia y miedo, cuando vemos que llega cada 25 de noviembre y continúa en alza la espiral de violencia, quedando la conmemoración y su intención, solo en una fecha más.

Cuando los principales protagonistas de las historias de horror que viven las mujeres con los feminicidios, las desapariciones, la trata y la prostitución, solemos decir que los abusadores son "monstruos", cuando la realidad es que son personas perfectamente normales o por lo menos esa es la "normalidad" que reina en nuestras sociedades machistas y patriarcales. Son los hombres, esposos, tíos, cuñados, primos, sobrinos y el círculo familiar inmediato que lo componen los padres y los abuelos quienes cometen y fomentan estos crímenes en contra de la mujer.

Las estadísticas indican que cuando aparece un violador o asesino de mujeres y niñas es muy fácil ubicarlo en la sociedad misma, son esos a veces, los hijos ejemplares del patriarcado formados con la prostitución, la pornografía y el machismo.

Un feminicidio es la expresión extrema de la violencia contra la mujer, esa que inicia con piropos pornográficos, fruto de la  educación sexual reprimida y asociado al abuso jurídico, social y económico contra las mujeres y con la visión que los medios de comunicación masiva le impregnan.

Sí, el Estado es el responsable principal, pero el Estado no es quien gobierna, porque el concepto de Estado incluye a la sociedad que engendra a los criminales, y su camino empieza con bromas que terminan naturalizando el abuso y los empoderan para que piensen que es natural ejercer violencia contra un mujer o imaginarse que es un derecho que le asiste como "hombre".

La demanda de justicia es muy acertada, pero insuficiente, no basta con policías, fiscales y jueces, para encontrar y castigar a un responsable de esos hechos, eso no garantiza que el delito no se repita en contra de la víctima, por lo que es necesario transformar desde los cimientos este sistema, que fomenta y reproduce el machismo en la ciencia ideológica de la supremacía del hombre sobre la mujer, lo cual es propio del sistema capitalista.

Para producir la transformaciones necesarias hay que echar mano de la psicología, la sociología y de las ciencias que durante tantos años fueron menospreciadas como orientadoras de la conducta del individuo en la sociedad; hasta que no se den pasos orientados hacia la transformación social, los 25 de noviembre seguiremos conformándose con un día para marchar y hablar sobre la violencia contra la mujer, mientras cada día seguirán muriendo mujeres y niñas ante los ojos de una sociedad, que se está llenando de huérfanos, que es otra de las aristas de este mal devastador.

Todos los días en todos los ámbitos de nuestra sociedad se debe trabajar desde diferentes ángulos y trincheras en pro del derecho a la vida de todas las mujeres y en contra de toda modalidad de violencia, que pueda conculcar este sagrado e inalienable derecho.