La pobreza en nuestro país no es un reflejo de la falta de recursos, sino el resultado de la corrupción y la mala gestión política.

Por Rebeca Henrìquez

A menudo se nos presenta como un estado ineludible, pero la realidad es que somos empobrecidos por aquellos que deberían velar por nuestro bienestar.

LUNES, 22 DICIEMBRE, 20254:- La Fundación Derechos Humanos Global exige un firme respeto a los derechos de la sociedad. No podemos permitir que la corrupción y la mala gestión política continúen socavando nuestra dignidad y bienestar.

Los políticos corruptos han saqueado nuestras instituciones y recursos, dejando a la población en una situación de vulnerabilidad. Un claro ejemplo de esto es el escandaloso fraude en el Seguro Nacional de Salud (Senasa), donde fondos destinados a la salud de los ciudadanos han sido mal administrados, afectando a los más necesitados.

Es fundamental que reconozcamos que la verdadera causa de nuestras dificultades radica en la falta de ética y responsabilidad de quienes nos gobiernan. La situación de Senasa subraya la urgencia de exigir transparencia y rendición de cuentas.

No somos un país condenado a la pobreza; somos un pueblo que merece justicia, dignidad y un futuro mejor. La lucha contra la corrupción es esencial para recuperar lo que nos pertenece y construir un entorno en el que todos podamos prosperar.

La transformación comienza con nuestra voz. ¡Es hora de alzarla y exigir cambios reales! La Fundación Derechos Humanos Global está comprometida en esta lucha, y juntos podemos construir un futuro donde se respeten y protejan los derechos de todos. La salud y el bienestar de nuestra población no deben ser sacrificados en el altar de la corrupción.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.