‘Bajo el mismo sol’ lleva el cine dominicano al corazón de Sevilla
Por Marc Mejía
Una historia contada desde el Caribe que marca un antes y un después
VER VIDEO:
SÀBADO, 01 NOVIEMBRE 2025:-Por primera vez, una película dominicana compite en la sección oficial del Festival de Cine Europeo de Sevilla. Sí, leíste bien. Nuestro cine, el que tantas veces ha luchado por abrirse camino, finalmente dice “presente” en uno de los espacios más importantes del cine de autor en Europa. Y lo hace con fuerza, de la mano de Bajo el mismo sol, una coproducción entre República Dominicana y España que ya está dando de qué hablar.
La película, dirigida por el cineasta catalán Ulises Porra, fue seleccionada para participar en la 22ª edición del festival, que se celebra del 7 al 15 de noviembre de 2025. Esta participación no es solo un logro técnico o un dato de prensa: es un paso firme hacia la consolidación del cine dominicano en el Festival de Sevilla, un certamen que tradicionalmente ha reservado su sección principal al cine hecho en suelo europeo.
Una trama con alma caribeña y personajes inolvidables
La historia nos transporta al año 1918, en pleno cruce de culturas del Caribe colonial. En medio de un entorno hostil y complejo, tres personajes muy distintos —un heredero español, una tejedora china y un desertor haitiano— se ven obligados a convivir, a buscar su lugar en el mundo… y a sobrevivir. Deciden emprender un proyecto tan ambicioso como simbólico: instalar una fábrica de seda en La Española. Pero nada es fácil. Entre la selva que parece querer tragárselos y los colonos franceses que acechan como fantasmas, el reto es tan físico como emocional.
Con un enfoque íntimo y profundamente humano, Porra nos ofrece una mirada distinta a las narrativas coloniales. Aquí no hay héroes perfectos ni villanos caricaturescos. Hay seres humanos atravesados por la historia, la ambición, la ternura y, sobre todo, la contradicción.
Un elenco sólido y una factura técnica que ha impresionado a la crítica
El elenco es otro gran acierto, según los críticos que ya han visto la producción. El español David Castillo, a quien muchos recuerdan por su papel en Aída, sorprende con una interpretación madura y contenida, alejada de sus trabajos anteriores. Lo acompañan la dominico-taiwanesa Valentina Shen Wu y el haitiano Jean Jean, quienes, según las primeras reseñas, aportan matices y profundidad emocional a una historia que exige sensibilidad y presencia en cada gesto.
La película también destaca por su nivel técnico, otro punto que ha sido reconocido por la crítica especializada. La fotografía, a cargo de Sebastián Cabrera Chelin, logra capturar con fuerza la belleza agreste y la dureza del paisaje caribeño, mientras que el montaje —realizado por Gina Giudicelli, Carlos Cañas Carreira y el propio Ulises Porra— imprime un ritmo preciso, que sostiene la tensión narrativa sin perder la intimidad de los personajes. La música, compuesta por Josefina Barreix, completa la experiencia con un tono emocional que, como bien ha señalado la prensa europea, “cierra el círculo” de una obra tan ambiciosa como personal.
Más que una película, un síntoma del momento que vive nuestro cine
Este logro no surge de la nada. En los últimos años, República Dominicana ha ido construyendo relaciones sólidas con la industria europea, especialmente a través de las coproducciones internacionales. Gracias a esas alianzas, nuestros creadores han logrado cruzar fronteras y entrar en circuitos donde antes simplemente no teníamos cabida.
Ya en 2021, el cineasta Nino Martínez Sosa había participado en este mismo festival con su ópera prima Liborio, aunque en una sección paralela, no en la principal. Hoy, con Bajo el mismo sol, el cine dominicano pisa por fin el escenario grande, el que mira de frente a Europa, sin complejos.
Un momento para celebrar… y para seguir apostando
No hay dudas: este es un hito. Pero también es una oportunidad. Una ventana abierta para que más películas dominicanas puedan soñar con recorrer el mundo. Que una historia contada desde el Caribe, con nuestras voces y nuestras miradas, sea reconocida en Sevilla es motivo de orgullo, pero también de compromiso.
Porque si algo deja claro esta participación, es que el cine dominicano en el Festival de Sevilla no es un accidente ni una excepción. Es el resultado de años de esfuerzo, de formación, de creer que nuestras historias merecen ser contadas —y escuchadas— más allá del mar.
¿Qué sigue? Apoyar lo nuestro
El cine no solo se hace en las cámaras o las salas de edición. También se construye en el apoyo del público, en las conversaciones, en el boca a boca. Así que, si te emociona este logro tanto como a nosotros, compártelo, difúndelo, ve la película cuando esté disponible. Porque cada paso cuenta, y el próximo capítulo de nuestra historia lo escribimos todos.

No hay comentarios.