Tormenta Melissa en la Región Sur: Testimonios de quienes han sufrido sus efectos
Familiares subieron sus pertenencias en la mesa para evitar daños por la lluvia.Leonel Matos / LD
Listín Diario visitó varios sectores catalogados por su vulnerabilidad en Azua y Baní, donde constató la realidad de los residentes cuyas viviendas se vieron afectadas por la entrada del agua.
Por Elkys Cruz
SÀBADO, 25 OCTUBRE 2025:- A tres días, bajo intensas lluvias generadas por la tormenta tropical Melissa, la región Sur, con gran parte de sus localidades en alerta roja, ha reportado afectaciones, incluyendo casas inundadas y cuantiosos daños materiales.
Listín Diario visitó varios sectores catalogados por su vulnerabilidad en Azua y Baní, donde constató la realidad de los residentes cuyas viviendas se vieron afectadas por la entrada del agua.
Ajuares afectados
Este viernes, ante las constantes lluvias, residentes del Caliche en Azua tienen sus ajuares recogidos y empapados de agua.
Según cuentan los vecinos, algunos ya dormían; otros se preparaban para hacerlo, cuando sintieron que sus viviendas se llenaban de agua el jueves.
La joven Jael Soriano, de 18 años, junto a su tía Rocío Matos y sus primos menores sufrieron la inundación de su hogar en El Caliche, en Azua.
El jueves por la noche, intentaron disminuir los efectos de los aguaceros colocando sacos de arena en la parte delantera de la casa; sin embargo, esta medida no fue suficiente, especialmente al sumarse el problema de las goteras.
El viernes, el televisor, ropas y otros electrodomésticos sufrieron daños, mientras que los colchones, y otros ajuares permanecen mojados encima de una mesa.
Con impotencia en sus ojos, sus familiares no saben dónde pasarán la noche, al tiempo que agradecen que tras los efectos de los aguaceros no hay pérdidas humanas.
"Se nos metió muchísimo el agua y, para evitar un poco que se nos meta el agua, pusimos sacos afuera y recogimos todo", narró Jael Soriano.
Su tía, Rocío Matos, quien trabaja como ama de casa, tuvo que acudir a sus labores, por ello, Jael quedó a cargo del cuidado de los niños.
No obstante, su principal instrucción es, ante cualquier peligro, llevar a sus primos a un lugar seguro como la casa de los abuelos o, en su defecto, ir a casa de vecinos para no correr riesgo.
"Nos sentimos muy afectados porque siempre que llueve se nos mete el agua y ahora han sido muchos días con lluvias", expresó con angustia la joven.
En busca de pan para comer
En el municipio Baní, provincia Peravia, persisten las inundaciones en los sectores y calles principales, dejando a los comunitarios atrapados en sus viviendas.
En horas de la tarde las lluvias se intensificaron, provocando la incertidumbre de los vecinos por el temor a perder sus pertenencias.
Pero la preocupación es mayor para quienes dependen del sustento diario, ya que no tienen comida ni guarniciones almacenadas.
Además, al no poder salir de sus casas para trabajar, la falta de ingresos y de alimentos los ha dejado turbados.
Nidia Arias, de 70 años. Es una ama de casa soltera, residente en las inmediaciones de la cañada 30 de Mayo. Tras las lluvias no ha podido salir de su casa a comprar algo para comer.
"No tengo nada de comer, mi hija, y no puedo salir de casa", evocó angustiada.
Mientras los reporteros se dirigían a su hogar, las aguas turbias, con basuras y ramas de árboles, recorrían la cañada alcanzando la altura de sus rodillas.
Hasta estos momentos, su casa construida a base de madera y hojas de zinc aún no ha subido, pero prevé que esto suceda si continúan los aguaceros.
Ante esta situación, clama para que las autoridades pertinentes visiten su comunidad y ayuden a los vulnerables.
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