En ruinas han quedado viviendas que fueron anegadas de lodo en barrios vulnerables de Baní
El fenómeno, que arreció sus lluvias pasadas las 4:00 de la tarde del sábado sorprendió a estos barrios haciendo huir despavoridas familias enteras con niños, envejecientes y adultos, hombres y mujeres.
EN BANÌ, lunes, 27 octubre 2025:- En ruinas han quedado decenas viviendas afectadas por las lluvias de la tormenta Melissa, que desbordaron este este fin de semana las aguas del Arroyo Guásuma, cuyas escorrentías transitaron por patios, calles, callejones y hogares banilejos en barrios como, La Colina, 30 de Mayo y Santa Rosa entre otros.
Son más de 100 las casas y familias afectadas por el lodo y las aguas de Arroyo Guásuma que anegaron todo y llenaron de lodo casas, calles y callejones, según vecinos de La Cañada del 30 (zona de arroyo Guásuma), así como en la parte alta de La Colina, La Saona y El Maní, y en Santa Rosa, hacia el sur de esta ciudad banileja.
Los daños
Aunque no se reportaron víctimas humanas los daños en muebles, estufas, lavadoras, camas, colchones y otros ajuares del hogar que fueron anegados no solo por las aguas desbordadas, sino por gruesas capas de lodo que cubrían todo al interior de estas humildes viviendas.
El fenómeno, que arreció sus lluvias pasadas las 4:00 de la tarde del sábado sorprendió a estos barrios haciendo huir despavoridas familias enteras con niños, envejecientes y adultos, hombres y mujeres.
No ha sido hasta este domingo 26, que las familias han regresado a sus hogares encontrándose con el aterrador escenario donde han encontrado, de lo poco quedó, ropas, camas, muebles cubiertos por el lodo en unos casos y en otros casos todo empapado en agua.
Las escenas vividas la tarde de este domingo, mostraban familias completas, cubetas y escobas en manos, sacando lodo, agua enlodada de sus viviendas, ajuares y ropas mojadas, así como enceres y utensilios de cocina cubiertos por el lodo.
Ropa y colchones al sol, tendidas en paredes, alambradas y enverjados de las casas.
Testimonios
“Mira a mí el agua me daba por la cintura y, yo y mi esposo tomamos los dos niños y salimos corriendo por atrás de la casa. Aquí no quedó nada, aquí se fue todo”, explica Marilín Núñez, residente a orillas de la Cañada del 30 de Mayo.
Dice Marilín que a ella se le fue todo; estufa, lavadora, ropa, cama, “todo”, asegura.
Sentado al frente de su casa, en la Cañada del 30, con escoba en manos todavía y una taza de café en las manos, Joselín, explica que en su casa no quedó nada, se fue la estufa, el tanque de gas, la ropa, los uniformes escolares de los niños dañados. “Mira cuando esas aguas empezaron a meterse en todas estas casas fue el terror, todo el mundo asustado, tratando de salvar algo, pero que va al final hubo que salir huyendo, que se pierda to’”, dijo.
Las Colinas
Juan Ramón, del barrio Las Colinas, narra que, en las calles de ese barrio, de reciente formación en Baní, las aguas de Arroyo Guásuma corrieron por las calles como si fuera un río, “aquí hay viviendas que se quedaron sin na’, aquí se jodio to’”, dice alarmado.
“Aquí se dañó to´, estamos sacando lodo desde el primer día y todavía no acabamos”, expresa Chiquito, quien además pide a las autoridades ir en auxilio de estas familias que lo han perdido todo.
Cuenta Mario, que en su casa tuvieron que romper una pared por el patio para poder darle salida al agua. “Se nos dañó todo; camas, estufa, lavadora, ropa hasta los uniformes de la escuela de los niños ha sido toda dañada por el lodo”.
Luis Gerónimo, pide a las autoridades que pongan atención a esta Cañada, en la zona norte, donde hay puente que consideran extremadamente bajito y por lo que entiende las aguas de este acuífero desbordaron hasta anegar todo el sector.
José Lara padre de un hogar de cinco miembros con él, tres hijos y su esposa, dice que no pudieron salvar nada, “ahí se fue todo, televisión, tanque de gas, estufa, ropa, fíjate solo me quedó esto que tengo encima, mas nada”. Y concluye, “Pero pudimos salvar lo principal la vida”.
Estos son barrios de reciente formación en su mayoría, por familias de escasos recursos económicos que han ocupado estos espacios borrando cañadas, arroyos y las riberas del río Baní, para construir viviendas vulnerables expuestas a los fenómenos naturales de forma recurrente.
No hay comentarios.