La Misión "Solidaridad Sin Frontera" trascendió la distancia para llevar Esperanza y Fe desde San Francisco de Macorís a Barahona

 
Obispo Andrés Napoleón Romero

La Misión  "Solidaridad Sin Frontera" trascendió la distancia para llevar Esperanza y Fe desde San Francisco de Macorís a Barahona

Por Narciso Acevedo 

EN BARAHONA, (Repùblica Dominicana), domingo, 14 sept. 2025:-  Fue mucho más que una acción, la jornada "Solidaridad Sin Frontera", que unió a la parroquia Cardenal Sancha de San Francisco de Macorís con la diócesis de Barahona, se convirtió en un viaje de fe que superó la distancia geográfica para construir un puente de corazones.

 A lo largo de 600 kilómetros de carretera, ida y vuelta, el verdadero tesoro que se transportó no fueron solo los bastones, sillas de ruedas y alimentos, sino el profundo significado de un gesto humano de amor y servicio.

La llegada a Barahona fue un momento cargado de emoción. 

El obispo Andrés Napoleón Romero, con la voz entrecortada, recibió la ayuda frente a una multitud de comunitarios. 

Sus palabras resonaron con una gratitud que iba más allá de lo material. "Estos obsequios tienen un hermoso significado porque están cargados de fe y espiritualidad divina", expresó. 

Para él, cada artículo fue un símbolo de que, a pesar de la pobreza y el olvido, hay personas que se niegan a ser indiferentes. 

Su voz, quebrada por la emoción, reflejó la inmensa alegría de una comunidad que se siente vista y abrazada.

El padre Ramón Aridio Vicioso Rodríguez, el principal motor de esta misión, describió el viaje no solo como un desafío logístico, sino como una experiencia de fe compartida. 

Para él, la solidaridad es una acción palpable que se vive en comunidad. "El verdadero valor de la fe se demuestra en el servicio a los demás. Quiero agradecer a este gran equipo de trabajo que ha demostrado su capacidad cuando de solidaridad se trata", afirmó. El padre Vicioso Rodríguez quien vio en cada voluntario la materialización del mensaje de la Iglesia, convirtiendo la fe en una fuerza transformadora capaz de mover montañas y de acortar distancias.

El Gesto Humano Detrás de la Misión

No fue un acto anónimo, sino el resultado del esfuerzo de un grupo de hombres y mujeres que pusieron su corazón en cada tarea. 

Nombres como Perla Pérez, un símbolo de entrega silenciosa; Ernestina Florencio, cuya sensibilidad tocó la fibra de muchos y los motivó a unirse; Rosi Flores, siempre atenta a los detalles más humanos, asegurándose de que cada beneficiario se sintiera valorado; y Eduardo Fernández, con su empeño logístico, que demostró que el amor también se organiza, el diácono Juan Sánchez ( Junio) demostró su capacidad de organización y trabajo social incansable mostrando su integridad  permanente en cada entrega que se hacia.

También se unieron Ana Carmen Taveras, que convirtió cada tarea en un gesto de amor; Italia Marrero, Robert Paula fue el encargado de trasportar la gran cantidad de productos entregados y Crisanta Duarte, Silvia Santos Rosario, mujeres de fe que sostuvieron la misión con su constancia en la oración y el trabajo; Lourdes Javier, siempre al frente de la organización; y los incansables Mandolín Durán, Guacho Germán y Martin Vargas, quienes aportaron su fuerza física y su corazón para que nada se quedara atrás. Juntos, representaron la certeza de que cuando muchas voluntades se unen, los obstáculos se disuelven.

En la tierra sureña de Barahona, la misión encontró un rostro cálido y lleno de esperanza en Alejandrina Pérez, la coordinadora local. Con una humildad conmovedora, ella recibió cada donación sabiendo que detrás de cada caja había una historia de alivio para un hogar necesitado. Los beneficiarios ancianos, enfermos y familias en vulnerabilidad, no solo recibieron alimentos y medicinas, sino que sintieron la confirmación de que la distancia nunca es un obstáculo para la solidaridad.

La jornada "Solidaridad Sin Frontera" fue, al final, una lección viva, demostró que la caridad no entiende de fronteras geográficas y que el verdadero tesoro está en dar sin esperar nada a cambio.

 Fue un mensaje tangible de que cuando la fe se traduce en acción, nace una esperanza que se multiplica en cada corazón que recibe y en cada corazón que entrega.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.