Isvan Osmar, diácono transitorio para la diócesis de Barahona
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EN BARAHONA, (Repùblica Dominicana), miercoles, 27 agosto 2025:- Por imposición de manos y plegaria de Su Excelencia Reverendísima de monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, obispo de la diócesis de Barahona, quedó ordenado al diaconado transitorio el seminarista Isvan Osmar Feliz Gómez, en la celebración eucarística del sábado 23 de agosto del 2025, en la Catedral Nuestra Señora del Rosario. Concelebrando monseñor Rafael L. Felipe Núñez, obispo emérito de Barahona, el Rector del seminario Pontificio Santo Tomas de Aquino, y los sacerdotes presentes para la celebración.
Monseñor Andrés, en la homilía, aprovechó para pedir al dueño de la mies que siga enviando obreros para recoger la cosecha. Destacó el lema "Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38), elegido por el ordenando; ya que tiene un maravilloso mensaje, para él, los consagrados y todo el pueblo de Dios.
El prelado católico resaltó la lectura del profeta Jeremías que nos recuerda que Dios llama en la fragilidad: "Antes de formarte en el vientre materno, ya te conocía y te consagré profeta de las naciones" (Jr 1, 5), agregando que la vocación precede al nacer, y el Señor ya se ha fijado en cada uno de nosotros.
Dirigiéndose al nuevo diácono transitorio Isvan Osmar, monseñor Andrés dijo que el ministerio no es para el que se cree grande, sino para el que se deja sostener por Dios. El Evangelio que se proclamó del evangelista Mateo narra una escena muy humana: "La madre de los hijos de Zebedeo pide al Señor los primeros puestos del reino para sus dos hijos", y esto no comulga con la vocación diaconal y sacerdotal. Por esto Jesús le dirá ante el litigio: "No así entre ustedes".
El diaconado es un ministerio de servicio desde sus orígenes. Eres ordenado para el pueblo de Dios, por lo que debes acompañar a este pueblo con espíritu sinodal y eclesial. El diaconado te hace parte de un pueblo que camina unido con los diáconos, sacerdotes, obispo, sobre todo con los fieles laicos, que también son misioneros permanentes, a quienes tú vas a servir, acompañar y orientar. El diaconado también exige transparencia en todos los niveles, en las palabras, en las intenciones, en la administración, en las relaciones, por lo que debe prevalecer la verdad; aunque duela, siempre libera, siempre construye, siempre refleja la luz de Cristo.
Hoy recibe una misión: ser servidor del evangelio, de la liturgia, en la caridad y la sacristía. Monseñor Andrés puntualizó que no se deben cerrar en los muros de la sacristía y, citando al Papa Francisco, dijo: "Ir a la periferia, acompaña a los pobres, visita a los enfermos, escucha a los jóvenes, camina con las familias". Donde haya sufrimiento, lleva consuelo; donde haya división, siembra unidad; donde haya indiferencia, despierta esperanza". Sed apóstol, porque la Iglesia necesita servidores que caminen, no que se acomoden.
También recibe una gracia especial del Espíritu Santo, para actuar en nombre de Cristo servidor, recibe un sello que nadie puede hacer desaparecer en ti, y que te configura con Cristo que se hizo diácono, es decir, servidor de todos. Otro compromiso que contrae es el celibato. El celibato te convierte en testigo de la consagración del hijo de Dios a la voluntad del padre. Ser célibe con humildad, madurez, alegría y entrega es una grandísima bendición para la Iglesia y para la sociedad misma.
Vive este don con humildad, recordando que el diaconado no es un título, sino un modo de ser; siempre tendrá que ser diácono, ser servidor, ser puente, ser hermano, ser rostro visible de Cristo siervo en el medio del pueblo. Que la Virgen María, Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora de Altagracia, te acompañen en este camino y Jesucristo, que no vino a ser servido, sino a servir, te fortalezca para que tu vida entera sea un canto de amor humilde y servicial del Evangelio, expresó el prelado católico durante su homilí
El nuevo diácono transitorio Isvan Osmar expresó palabras de agradecimiento a Dios, por igual a monseñor Andrés, a monseñor Rafael Felipe, así como a sus padres y hermanos. De la misma manera a sus rectores, director espiritual y formadoras, quienes han dejado huellas imborrables, en su vida. También agradeció a las parroquias de la diócesis, en la que ha tenido la oportunidad de hacer experiencia pastoral, y a la pastoral social Cáritas, ya que cada le han dejo una enseñanza. Especial a su parroquia Nuestra Señora de los Remedios, del municipio de Cabral, provincia Barahona.
Además, dijo que el ministerio no es un mérito de él, sino un don gratuito del Señor, origen de toda vocación, que le ha llamado, le ha sostenido y le ha permitido llegar hasta este día transcendental en el que, por la imposición y la elección de la Iglesia, recibe la orden de diácono.
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