Solo una fuerza militar potente puede liberar a Haití del dominio de las pandillas y encaminarlo hacia el desarrollo y el bienestar

 

Nota recibida De: Adriano Sanchez Roa <adrianosanchezroa@gmail.com>

EN EL CARRIZAL, Elías Piña, martes, 01 de julio del 2025.  Para que Haití recupere la institucionalidad y se encamine hacia el desarrollo y el bienestar, resulta indispensable que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorice el envío de un contingente militar más potente que el encabezado por Kenia, y con la capacidad de superar a las pandillas.

 Así lo aseguró el exsenador fronterizo Adriano Sánchez Roa, quien señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU, convocado para este lunes 30 de junio, está llamado a promover una fuerza poderosa y eficaz, ya que las pandillas criminales controlan amplias zonas del territorio haitiano y han resistido los esfuerzos limitados realizados hasta el momento.

La convocatoria ha sido impulsada por el presidente Luis Abinader y los expresidentes Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía, quienes han reclamado una intervención seria y coordinada del sistema multilateral para evitar un mayor colapso del Estado haitiano.

Sánchez Roa, otrora presidente del Grupo Parlamentario de Amistad Domínico-Haitiano, afirmó que “Debe conformarse una misión armada multinacional que pacifique el territorio haitiano y cree las condiciones para construir instituciones democráticas, que garanticen servicios básicos y promover el desarrollo económico y social”.

Las bandas: un poder paralelo que desafía al Estado

El exsenador señaló que las pandillas haitianas operan con plena autonomía económica y territorial, estableciendo peajes ilegales y controlando el tránsito de personas y mercancías, convirtiendo al país en un territorio fragmentado, sin autoridad central efectiva.

Las cifras de la crisis son alarmantes: más de 2,500 personas asesinadas entre enero y mayo; al menos 90,000 desplazadas por la violencia; la mitad de la población sumida en el hambre crónica; y más de tres millones de niños que requieren asistencia humanitaria urgente.

Fracaso de misiones anteriores y urgencia de una intervención contundente

Sánchez Roa subrayó que sería un grave error insistir en misiones de bajo impacto, como las de los Cascos Azules o la actual intervención encabezada por Kenia, ya que las bandas están bien armadas, conocen el territorio y han superado la capacidad tanto de la Policía haitiana como de las fuerzas extranjeras.

Propuestas para la reconstrucción y cooperación bilateral

Una vez restablecida la seguridad, agregó, debe ejecutarse un plan integral para revitalizar Haití y fomentar una relación productiva con la República Dominicana.

En ese sentido, abogó por la reactivación de la infraestructura comercial fronteriza, un acuerdo de libre comercio bilateral e impulsar el desarrollo productivo en ambas zonas fronterizas, fomentando proyectos que garanticen el suministro mutuo y diversificado de alimentos y mercancías.

Propuso ampliar las exportaciones e importaciones bajo un esquema de facilitación comercial, con mayor inversión del sector privado y estímulo a los empresarios de ambos países. También planteó una cooperación efectiva en la gestión fronteriza y el desarrollo de cadenas de valor conjuntas.

Sánchez Roa explicó que, en lo inmediato, se debe coordinar la seguridad para garantizar el transporte de mercancías en Haití y reabrir el programa de Visas Comerciales.

Haití: una urgencia humanitaria y un asunto de seguridad nacional

La pacificación y reconstrucción de Haití no solo es un imperativo humanitario, sino también un asunto de seguridad nacional para la República Dominicana, que enfrenta una creciente presión migratoria, afectaciones al comercio y riesgos en su frontera.

“Restituir un Estado civilizado, democrático e institucional en Haití es esencial para garantizar la estabilidad regional. Es hora de que la comunidad internacional asuma con responsabilidad su papel”, concluyó Sánchez Roa.

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