Por qué no deberías comprar sandía precortada en los supermercados

 Si quieres asegurarte una sandía más sabrosa, segura y económica, lo mejor es comprarla entera y cortarla tú mismo.  Crédito: BearFotos | Shutterstock

Comprar sandía entera es más seguro y barato que optar por la precortada, que puede tener bacterias y perder frescura y nutrientes con rapidez

Por  Raúl Rodríguez Cota

JUEVES, 05 DE JUNIO 2025: Comprar frutas listas para comer es una costumbre común en los supermercados, especialmente en verano, cuando las sandías frescas abundan. Sin embargo, optar por la versión precortada de este jugoso fruto puede acarrear más problemas que soluciones.

Desde riesgos de contaminación hasta pérdida de nutrientes, los especialistas coinciden en que la mejor opción es comprar la fruta entera y cortarla en casa.

La capa protectora que se pierde

Una sandía entera tiene una corteza gruesa que actúa como barrera natural contra bacterias. Una vez retirada, el fruto queda expuesto al ambiente, lo que acelera su deterioro.

La pulpa al descubierto es más propensa a desarrollar gérmenes y moho en menos tiempo que una sandía sin cortar.

Además, si las herramientas utilizadas para cortar la sandía no están correctamente desinfectadas, se incrementa el riesgo de contaminación cruzada.

De hecho, en 2018, las sandías precortadas estuvieron involucradas en uno de los mayores brotes de salmonela registrados en Estados Unidos, lo que provocó un retiro masivo de productos.

Menos frescura, más costo y menor valor nutricional

Además del peligro de enfermedades, la sandía precortada suele tener un precio considerablemente más alto en comparación con una fruta entera.

A esto se suma que, con el tiempo y la exposición al aire y a la humedad, el contenido nutricional se degrada. El resultado es un producto más caro, menos saludable y con sabor reducido.

Qué hacer si necesitas comprar sandía en rebanadas

Si por alguna razón necesitas comprar sandía precortada —por ejemplo, para una ensalada de frutas—, hay formas de minimizar el riesgo.

Primero, revisa que la pulpa tenga un color rojo uniforme y que las rebanadas conserven bordes bien definidos y sin grietas, lo cual indica frescura.

Una vez en casa, guarda los trozos pequeños en recipientes herméticos y los más grandes envuélvelos con plástico adherente para evitar que se sequen o absorban olores.

En condiciones adecuadas, la sandía cortada puede durar hasta cinco días en refrigeración, aunque su calidad puede disminuir antes si no se almacena correctamente.

En resumen, si quieres asegurarte una sandía más sabrosa, segura y económica, lo mejor es comprarla entera y cortarla tú mismo.

Solo requiere un cuchillo afilado, unos minutos de tu tiempo… y seguir una buena guía para hacerlo bien.

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