En medio de gran consternación sepultan restos de teniente asesinado

 

VIERNES, 01 MARZO, 2024: Con el Himno Nacional y el “toque de silencio” de la trompeta del Ejército fueron despedidos los restos del segundo teniente Fernando Pérez Berigüete, muerto el pasado 27 de febrero durante un supuesto asalto, luego de participar en el desfile militar del Día de la Independencia Nacional.

Su esposa, María Estela de Pérez, quien tenía en los brazos a sus tres hijos; dos niños y un joven de 10, 13 y 18 años, fue recibida en la entrada del cementerio Cristo Salvador, en Santo Domingo Este, por un pelotón de más de 30 conscriptos del cuerpo castrense.

Las melodías de una trompeta con un sonido deprimente marcaron el inicio del solemne acto en el que oficiales del Ejército entregaron la bandera dominicana a esta familia por los 25 años de servicio a la protección de la soberanía dominicana.

Los llantos de todos los presentes no cesaban por la pérdida a destiempo de su ser querido que tan solo tenía 44 años de edad.

“Dios mío, no lo puedo creer todavía. Él era un hombre de bien”, vociferaba una tía, sostenida por otros familiares debido al dolor profundo que inhibía sus ganas de estar de pie.

Oficiales de la Policía Nacional, parientes y amigos de la familia acompañaron a Beriguete hasta su momento final, en el que sería llevado hacia la tumba.

Entre los estrechos pasillos de los terrenos baldíos del camposanto fue donde sus hijos y su concubina, a quienes el fenecido militar “amaba con locura”, se despidieron con ramos y lamentos.

“Ay, Dios mío”, repetía a gritos su esposa abrazada de sus hijos.

Luego de tantas oraciones pidiendo a Dios que brindara descanso eterno a ese “noble” ser humano, suboficiales del Ejército hicieron 3 disiparon hacia el cielo con los que dictaron el último adiós al malogrado militar.

CLAMAN POR JUSTICIA

“Que resuelvan con él (culpable), lo mismo que le hicieron a él (Beriguete). Que no lo dejen vivo tampoco si lo encuentran”, esto pide Martín Encarnación a la Policía Nacional pidiendo justicia por su cuñado, a quien consideraba como un hermano.

Fue tanta la aflicción de sus hijos, madre y esposa que no les permitió expresarse sobre su querido “Fernan” durante el entierro, tan solo mostraron la impotencia, frustración y desconsuelo que generaron los más de 4 disparos que ocasionaron la muerte del “eterno” segundo teniente del Ejército.

Mientras tanto, la Policía Nacional continúa realizando las investigaciones correspondientes para identificar a los culpables del hecho ocurrido el martes en la noche, pasadas las 8:00, en Villa Liberación, sector en Santo Domingo Este.


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