¿Se producen los embarazos en las escuelas o fuera de ellas?

 

Por Félix Betances

VIERNES, 12 MAYO 2023: Los problemas de la escuela dominicana son múltiples por lo que habría que disponer de mucho espacio y tiempo para poder desglosarlos. En tal sentido, nos limitaremos a enfocar solo algunos.

Pudiera decirse que la escuela dominicana evolucionó a partir de la aprobación de leyes y reglamentos que cambiaron la dirección que antes se seguía, sin embargo, a juzgar por la realidad que se vive, todo parece indicar que esos cambios en su mayoría, lo que han hecho es propiciar la pérdida de los controles internos que eran indispensables, para el desarrollo y preservación de las buenas costumbres de la sociedad.

Sin lugar a dudas, se sobredimensionó el establecimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes ya que esta “Carta”, destaca una especie de poder omnipotente para ellos, mientras que en ningún momento, establece los deberes a que están conminados a cumplir y que deben observar indispensablemente.

Hay un desequilibrio que ha permitido un gobierno individual que ha impedido que padres, madres, tutores y maestros, puedan ejercer el debido control. Lamentablemente, todo anda manga por hombro como lo reza el refranero popular.

Cuando se ve el irrespeto de alumnos a maestros y viceversa, el uso de elementos nocivos y peligrosos (hookas, drogas, armas de distintas denominaciones, etc.) dentro de las escuelas y la agresividad de adolescentes que a temprana edad son indomables, no es de extrañar las manifestaciones de violencia y los espeluznantes números que publica como estadísticas el propio Ministerio de Educación.

Los responsables de este descalabro, son la familia, la escuela y la sociedad en general.

En relación con los embarazos cabe preguntarse: ¿Se producen esos embarazos y violaciones dentro de los recintos escolares o simplemente se declaran allí, aunque se produzcan fuera? ¿Ha investigado el Ministerio esa situación?

Sería bueno saber; porque de producirse dentro de las escuelas, pudiera tenerse la percepción de que éstas se estarían convirtiendo en simples prostíbulos, pero si no se producen en los recintos, entonces aunque el resultado negativo sea el mismo, ésta no sería una responsabilidad exclusiva de la escuela sino de la familia, la cual debe a partir de ahí, procurar tener control a través de un estricto seguimiento, de adónde van, qué hacen y en qué ambientes se mueven los hijos, en los horarios en que no están en las escuelas. Aunque hay padres y madres que sí lo saben aunque se hacen los chivos locos, lamentablemente

Trabajo recibido De: Felix Betances Acosta <fbetancesacosta@gmail.com>

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